Hecho inédito en Wimbledon
30/06/2025 | 18:11 | Solana Sierra, quien había sido eliminada, entró como lucky loser y logró un triunfo histórico. Con este resultado, cortó una mala racha para el tenis argentino en Grand Slams.
La tenista marplatense Solana Sierra, a sus 21 años, vivió un día inolvidable este lunes donde hizo historia para el tenis femenino argentino. Su ingreso al cuadro principal de Wimbledon como lucky loser se debió al retiro de Greet Minnen, lo que le permitió debutar con triunfo ante la australiana Olivia Gadecki con un claro 6-2 y 7-6 (10-8), marcando así su primer victoria en un Grand Slam.
Antes de su gran día, Sierra había quedado eliminada de la qualy tras perder frente a Talia Gibson. A pesar de ello, decidió permanecer en Londres, confiando en la posibilidad de ingresar al cuadro principal por la baja de alguna jugadora. Solo una hora antes de su partido, recibió la noticia que tanto esperaba y no defraudó: su actuación fue excepcional, logrando un 67% de efectividad con su primer saque, acumulando 21 tiros ganadores y realizando 4 quiebres de servicio.
Aunque enfrentó dificultades en el segundo set, donde cedió su servicio y dejó escapar varios match points, supo sobreponerse y cerró el partido en tiebreak, un final emocionante en el que se impuso tras una hora y cuarenta minutos de juego.
Con este triunfo, Solana cortó una racha negativa en el tenis argentino: el país no contaba con una ganadora en un cuadro principal de Grand Slam desde el éxito de Nadia Podoroska en Australia a principios de este año.
Además, su victoria ya la posiciona en el puesto 82 del ranking de la WTA, un salto de casi 20 lugares que reafirma su impresionante avance en 2025, donde ha acumulado títulos en Vero Beach, Bellinzona y el WTA 125 de Antalya.
Ahora, en la segunda ronda, Sierra se preparará para enfrentar a la ganadora del encuentro entre Paula Badosa (9ª preclasificada) y la británica Katie Boulter (43ª). Mientras tanto, la marplatense celebra su logro junto a su entrenador Miguel Fragoso, parte de la academia de Rafael Nadal, y sueña con seguir dejando su huella en Wimbledon, donde su victoria vale mucho más que una simple estadística.