Abrapalabra
16/04/2024 | 17:30
FOTO: Máximo y Larroque, tiempos felices.
AUDIO: El Cuervo, la señora, el hijo y el preferido
Julio Perotti
En la intrincada red de la política argentina, donde los movimientos internos a menudo son más fascinantes que los enfrentamientos públicos, el kirchnerismo está experimentando una convulsión que amenaza con dividir sus filas.
La disputa subterránea entre Máximo Kirchner, el hijo de Cristina, y Axel Kicillof, el preferido de la señora, estalló en terreno abierto, lo que revela grietas profundas dentro de este sector del movimiento peronista.
El detonante de esta tormenta política fue la abierta crítica al liderazgo de Cristina Kirchner por parte del exmiembro de La Cámpora, Andrés “el Cuervo” Larroque.
En un acto junto a Kicillof en la Quinta de San Vicente, "El Cuervo" Larroque se preguntó: "¿Qué es la conducción de Cristina? ¿Que tres ñatos te manden un WhatsApp?".
Esta rebelión interna parece estar motivada no solo por disputas de poder, sino también por la búsqueda de nuevas ideas frente al desafío que representa el ascenso del liberalismo representado por figuras como Milei.
Larroque, alineado con Kicillof, criticó la falta de colaboración dentro del peronismo y cuestionó abiertamente a Máximo Kirchner.
Las reacciones no se hicieron esperar. Mario Secco, intendente de Ensenada y aliado de Kicillof, respaldó las críticas de Larroque y señaló la necesidad de un liderazgo más dinámico y participativo.
Mayra Mendoza, candidata de Máximo Kirchner para la gobernación en 2027, salió en defensa de Cristina, denunciando la falta de respeto hacia la expresidenta.
El conflicto también ha expuesto divisiones dentro de La Cámpora, donde Larroque ha insinuado su voluntad de liderar un armado propio, alejado de la influencia de Máximo Kirchner.
Esta fractura interna se ha profundizado con el respaldo de figuras como Carlos Bianco, mano derecha de Kicillof, quien está construyendo un espacio político paralelo.
Mientras tanto, Mariano Recalde, titular del PJ porteño, ha abierto otro frente al criticar la falta de candidatura kirchnerista en las últimas elecciones presidenciales.
Wado de Pedro era, según Recalde, el candidato natural, el que había propuesto Cristina.
Estas declaraciones han desatado tensiones con Sergio Massa y el Frente Renovador, que también buscan posicionarse como una alternativa dentro del peronismo.
En este contexto, el peronismo bonaerense se convierte en el epicentro de la lucha por el liderazgo de cara al futuro.
Las tensiones que se han manifestado recientemente no son nuevas, pero reflejan la urgente necesidad de redefinir el rumbo del movimiento en un contexto político cada vez más desafiante.
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