Beatriz Leveratto es una astrologa y escribió en una nota para Clarín acerca de las diferentes formas de ser de cada uno de los signos para aprender a amarlos como ellos son, para tener en cuenta aquellas cosas buenas y no tan buenas de cada uno.

En estos tiempos aún más, nos amamos a "nosotros mismos" mas allá del qué dirán. Amar es poder respetar al otro en su esencia, particularidades y saber respetarlo.

Si bien estas son características generales de cada signo, para saber más astrológicamente hablando, se puede realizar una Carta Natal, que es diferente y única en cada una de las personas. Con ella conoceremos aún más en profundidad al otro.

ARIES: Si en verdad amás a Aries deberás aprender a amar a un activo guerrero.

Es extremadamente deseante. Suelen tener aspiraciones muy intensas con la necesidad de expresarlo, sino vivirá fantaseándola y anhelándola. Para amar a un Aries hay que dejar que explore sus ambiciones, que viva las experiencias necesarias para alcanzar su deseo o para frustrarse y darse cuenta él solo que debe reorientar sus objetivos. Es mejor que la vida misma sea su maestra, no pretendas domesticar, encarcelar o enseñar a Aries.

TAURO: Si en verdad amás a Tauro deberás amar a un degustador de la vida.

A tauro le gusta vivir la vida pausadamente, observando y detallando cada aspecto de la vida. Aprecia la existencia como incondicionalmente bella. En lo simple, Tauro obtiene energía, adquiere una misteriosa forma de conexión vital, se vincula con la bondad fundamental y se re-genera en fracciones de segundos. Por lo que necesita que respeten su tiempo y su espacio, y que no lo atosiguen con preguntas y apurándolo.

GEMINIS: Si en verdad amás a Géminis deberás amar a un inquieto vinculante.

Géminis te invitará a reinventarte, a vivir en libertad de animarte a hacer sin tener miedo a ser juzgado. Necesita jugar, experimentar y siempre variar, sin sentirse juzgado como inmaduro o inestable. Amar a Géminis es dejarlo ser, dejarlo que mute en sus estados de ánimos y entender que nada es personal. Si pretendés encerrarlo o encasillarlo, será el peor infierno para Géminis y para aquel que esté a su lado.

CÁNCER: Si en verdad amás a Cáncer deberás amar a un protector de lo seguro.

A cáncer no le gustan los grises, rápidamente te influye para definir qué esperas de la relación e invita al compromiso. Necesita seguridad emocional, por tanto, precisa conocerte en profundidad empujándote a estar al tanto de tus emociones más recónditas.

LEO: Si en verdad amás a Leo deberás amar a un expresivo irradiante.

Es expresivo, tierno con los demás y necesita decirlo sin límites. Se retroalimenta del amor y la aceptación de su entorno. Leo no teme a su sensibilidad, no se avergüenza de mostrar su corazón, convierte la vulnerabilidad en pasión y la sensibilidad en apertura hacia los otros.

VIRGO: Si en verdad amás a Virgo deberás amar a un observador laberíntico.

Acompañar a Virgo es difícil, te invita a dejar de lado el protagonismo y brindarte las cualidades de servicio, entrega y humildad, cosas que quizás puedan irritarte y las malinterpretes como sumisión, debilidad de carácter o servilismo. Su solidario corazón te ayuda a superar actitudes dañinas y miserables.

LIBRA: Si en verdad amás a Libra deberás amar a un ser que siempre desea de a dos.

Libra vive de a dos. Se balancea entre lo que piensa y lo que siente, entre lo que corresponde racionalmente y lo que intuye. Necesita combinar el intelecto con lo emocional siempre y deberás aprender a abrirte a los demás y dejar de ser individualista. Si amás a Libra sentirás una aceptación integral, como un encuentro de almas que se reconocen en su larga marcha.

ESCORPIO: Si en verdad amás a Escorpio deberás amar a un detective emocional.

Tiene una compleja personalidad que deberás ir develando de a poco. Ante cada situación de la vida se pregunta ¿Será muerte o será renacer?. Sabe observar los hechos en su totalidad con plena conciencia y contacto ante los momentos más oscuros, que lejos de asustarlo lo excitan a convertirse en buscador de nuevas respuestas trascendente.

SAGITARIO: Si en verdad amás a Sagitario deberás amar a un buscador de la verdad.

Es un signo al que le cuesta lo espiritual, en donde deambula insatisfecho entre conquistas sociales siempre anhelando mayores logros. Cada vez que se golpee con los duros enfrentamientos al que su espíritu caballeroso lo enfrentará en la vida cotidiana, deberás aprender a correrte de ser el blanco de sus enojos.

CAPRICORNIO: Si en verdad amás a Capricornio deberás amar a un constructor de la excelencia.

Vas a aprender a ser compasivo y tolerante, puesto que Capricornio siempre quiere imponer su verdad. Vive en contacto con lo que percibe es el modo correcto “de hacer las cosas”, casi como lector de la justicia divina. Capricornio vive anhelando que el mundo esté en paz, ordenar cada situación y poner a cada persona en el lugar que le corresponde.

Puede generar un rechazo por ser demasiado "moralista". Si aprendes a convivir con él y a no vivir juzgado por su mirada, conocerás su esencia a donde fluye sin problemas ante cada situación por más difícil que esta sea.

ACUARIO: Si en verdad amás a Acuario deberás amar a un buscador de lo diferente.

Con él vivirás un amor desapegado. Es inquieto donde no podés encasillarlo en una rutina o un interés. Su mente va y viene entre el presente y el futuro, cada tanto desconecta, se va un ratito y después vuelve, no lo tomes como un desinterés, aceptalo como es.

PISCIS: Si en verdad amás a Piscis deberás amar a un soñador resonante.

El pisciano es soñador por naturaleza. Piscis te invita a superar la supremacía de la mente racional para abrirte a los abismos de la sensibilidad y de la intuición. Si te animás a soltar la lógica intelectual, reconocerás el cansancio de vivir identificado con tu ego y florecerá el amor en cada esquina de tu alma.