Este viernes el doctor Enrique Orschanski lanzó su primer segmento en Siempre Juntos y brindó diversos puntos a tener en cuenta para intentar mejorar la dinámica familiar a la hora de exigir y comunicar cosas a los más chicos.

El segmento, titulado En familia se llevó a cabo con una mecánica donde los oyentes preguntaban o instalaban temas y el doctor respondía. 

- Teniendo en cuenta el complicado contexto económico nacional, donde ya no alcanza hacer los planes de antes. ¿Le decimos a nuestros hijos?; ¿los hacemos parte de esta realidad?; ¿cómo nos paramos ante este desafío?

Los chicos no son tontos. Se dan cuenta de todo esto más de lo que uno cree. Yo lo dividiría en dos grupos: hasta los 8 o 9 años los chicos consideran que está todo bien si sus padres sonríen. El mundo se puede caer pero si mi papá está tranquilo, acá está todo bien. Y al revés: todo puede estar bien, pero si papá o mamá protestan, el mundo se derrumba; así lo interpretan los más chicos.

Los más grandes, los adolescentes, tienen otro panorama frente a lo económico: ya manejan dinero, invierten en sus negocios entre ellos, apuestan, ya que hay un problema de ludopatía instalado, y entonces están precozmente instalados en la monetarización.

Yo creo que no hay que hablar de dinero con los chicos, sí hay que hablar que uno es más feliz no cuando más tiene sino cuando menos necesita.

Todo esto forma parte de conocer con quién estás hablando. ¿Quién es tu hijo: alondra o búho?

- ¿Cómo sería esa teoría?

Todos los seres humanos estamos acoplados al día y ponemos la energía alrededor de las 24 horas. La salida y entrada del sol condiciona que todo nuestro organismo funcione de determinada manera.

Hay gente que pone mucha energía a la mañana: son las alondras, que son pájaros que vuelan de día, a la tarde se esconden en los árboles y duermen toda la noche. Hay gente que es alondra.

Por su parte, el búho pone toda su energía a la tarde y a la noche. Y hay gente que es búho.

- ¿Los chicos vienen chipeados como alondras y búhos?

El chip es su biología, y hay alondras alondra y hay búhos búhos, y no es hereditario; es biológico pero cada uno tiene lo suyo. Y a eso muchos no lo tienen en cuenta a la hora de evaluar o medir el rendimiento del chico. Les dicen que están fallando y eso le hace mal.

Por eso muchos chicos fracasan en el colegio porque su actividad no está acoplada a su biología. Y por eso la importancia de que cada familia podría empezar a ver quién es búho y quien es alondra.

Hay un pájaro intermedio. Los colibríes. Son animalitos que tienen que comer de 10 a 20 veces por hora, por la cantidad de energía que gastan. Hoy, la agenda de los chicos está tan colmada que parecen agotadas. Es la construcción de colibríes agotados; porque no pueden parar y porque el aburrimiento está mal visto.

¿Cuándo descansan los chicos y cómo ven su brillo y su capacidad, cuando en realidad la alondra rinde de día y el búho rinde de noche?

- ¿La escuela está preparada para saber si uno es alondra y otro búho?

No creo que haya que cambiar las estructuras educativas ni sociales, pero sí que en familia se sepa reconocer y se exija lo que pueden dar, acorde a sus condiciones. Todo se trata de autoestima.

Yo planteo que la gente piense que esto existe. Existe la posibilidad de reconocer y de marcar los brillos.

Por un principio de justicia, conocer en el interior de la familia, quien es cada uno, así como los chicos reconozcan si sus padres son alondras o búhos, es un principio de justicia para reelegirlos, porque los chicos los volvemos a elegir todos los días.

- ¿Cómo hacer para que mi hijo se quede durmiendo en su cama? Ya tiene 6 años.

Más del 60% de los chicos en algún momento de la noche duerme con sus padres. Y por lo general, esto en realidad tiene que ver con cada familia, pero lo que no reciben de día lo reclaman de noche.

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