El Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) del Servicio Meteorológico Nacional en Estados Unidos advirtió que una tormenta geomagnética de clase G2, provocada por el Sol, podría impactar sobre la Tierra en los próximos días.

Los impulsos electromagnéticos son una gran amenaza para las redes eléctricas así como las comunicaciones. Este tipo de tormentas pueden dañar redes eléctricas y transformadores, interferir con los satélites, interrumpir las comunicaciones de radio y producir auroras mucho más al sur del planeta de lo habitual.

Los especialistas temen que si la tormenta tiene suficiente intensidad podrían dañar los cables submarinos de fibra óptica que unen al mundo, con consecuencias que podrían durar meses.

Desde la NASA explican que estas tormentas afectan la ionosfera, una de las capas de la Tierra, y afectan principalmente a las comunicaciones. Lo más afectado son las ondas de radio de alta frecuencia y sistemas de GPS.