El sabor dulce del éxito
Agustina y Ezequiel transformaron su pasión por las cosas dulces en un fenómeno que conquista paladares. Su camino refleja esfuerzo, trabajo en equipo y una receta única que enamora.
05/06/2025 | 14:30
AUDIO: De preparar alfajores en la cocina de un departamento a cinco locales en Córdoba
FOTO: De preparar alfajores en la cocina de un departamento a cinco locales en Córdoba
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Todo comenzó en 2017, con una necesidad económica, un embarazo en camino y apenas dos mil pesos prestados. Agustina Alegre y Ezequiel Beltramino decidieron entonces apostar por una idea que parecía simple pero que terminó cambiándoles la vida: hacer alfajores artesanales desde su pequeño departamento en Güemes, Córdoba.
"Fue una locura", recuerda Agustina en diálogo con La Argentina Posible en Cadena 3. “Vivíamos en un departamento muy chiquito. Cocinábamos ahí y vendíamos a amigos. Al principio era solo para juntar un poco más de plata para la leche y los pañales de mi hijo”.
Ezequiel, pastelero y chef, aportó el talento en la cocina. Agustina, con gran olfato comercial y pasión por lo dulce, se encargó de las ventas. "Yo no sé cocinar nada y Eze no hubiese sabido vender nunca. Hicimos un gran equipo", resume.
Lo que empezó como una solución para llegar a fin de mes, se transformó rápidamente en un fenómeno. En aquellos primeros días, los vecinos hacían fila abajo de su edificio para comprar los alfajores. “Valía la pena la multa por mal estacionamiento”, le dijeron más de una vez.
Con el boca en boca como principal motor de crecimiento, "Culpa de los dos" pasó de ser una marca casera a tener cinco locales en Córdoba, mantener una producción artesanal y emplear a 15 personas. “Seguimos haciendo los alfajores uno por uno. No tenemos una fábrica. Aunque hemos mejorado procesos, no perdimos la esencia”, afirma Agustina.
El secreto, según ella, está en el equilibrio justo: “La masa tiene un punto que corta el dulzor. Es lo que hace que nuestros alfajores no empalaguen. Incluso gente que no es dulcera nos dice que los puede disfrutar”.
Hoy, además de los alfajores, el emprendimiento ofrece café y panadería en locales cálidos que se sienten como estar en casa. “Cuando se termina, se termina. Hay que esperar hasta el otro día. Queremos mantener esa calidad”.
Al ser consultada por la clave del éxito, Agustina no duda: "Armar equipo. Abrir el juego. Reconocer en qué uno no es bueno y buscar ayuda. Eso nos permitió crecer sin perder lo que somos".
La historia de Agustina y Ezequiel es un ejemplo concreto de que sí se puede, como bien lo indica el espíritu del programa. En paralelo con inversiones internacionales que miran a la Argentina con expectativa, desde adentro del país siguen emergiendo relatos inspiradores de esfuerzo, pasión y trabajo. “Culpa de los dos” es mucho más que un alfajor. Es el sabor de lo posible.
Entrevista de Fernando Genesir
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