Cultura pop y tecnología
La inteligencia artificial reimaginó el clásico cinematográfico con un Marty McFly influencer y un DeLorean digital que viaja entre 1985 y 2055, revelando realidades sorprendentes.
24/05/2025 | 02:31
FOTO: Volver al Futuro en 2025 (IA)
¿Cómo transformaría la película Volver al Futuro si ocurriera en 2025? Esta interrogante fue respondida por la inteligencia artificial, que decidió actualizar el clásico de ciencia ficción.
Según una simulación realizada por ChatGPT, el joven Marty McFly sería hoy un streamer de videojuegos que, por casualidad, descubre un DeLorean adaptado con la tecnología del siglo XXI. La increíble máquina del tiempo ahora funciona con energía solar, incorpora conectividad 6G y presenta una interfaz de realidad aumentada, además de que 'Doc' Brown consigue financiar sus aventuras vendiendo NFTs de planos del DeLorean.
El viaje de Marty lo lleva al pasado, a 1985, donde se encuentra en un mundo carente de redes sociales y teléfonos móviles. El salto hacia el futuro lo proyecta hasta 2055, un universo controlado por una megacorporación llamada Tannen Tech, dirigida por un descendiente de Biff, que utiliza algoritmos para propagar desinformación digital.
'Marty, debemos retrocodificar el pasado... o tu familia vivirá dentro de un firewall estatal', sería una de las frases emblemáticas del nuevo Doc, un científico reimaginado como un posthumano asistido por hologramas.
Además, la IA generó un póster promocional que presenta a los personajes en un ambiente con luces de neón, ropa inteligente y una estética digital futurista, titulado Volver al Futuro: Reconfiguración Temporal.
La recreación ha circulado entre fanáticos de la saga y nostálgicos de los años 80, mostrando cómo el relato clásico de Robert Zemeckis puede adaptarse a las presiones del presente digital, planteando la reflexión: ¿Y si lo que viene no es tan diferente a lo que ya imaginamos?
En esta versión de 2025, Marty McFly, a sus 17 años, se convierte en un influencer y gamer que tropieza con el DeLorean, transformado en un vehículo eléctrico con inteligencia artificial.
La nueva máquina del tiempo ha dejado atrás el plutonio, empleando ahora energía solar, baterías de estado sólido y conectividad 6G, con una interface que supera lo analógico al convertirse en un sistema háptico de realidad aumentada.
Durante sus viajes temporales, Marty se encuentra en 1985, donde sufre al no tener su smartphone y ve a los adolescentes utilizando walkmans y grabando con VHS, un contraste abrumador con el presente.
En el salto al futuro hacia 2055, las ciudades han sido domotizadas y proliferan vehículos voladores eléctricos, mientras que las personas viven con chips neuronales. Biff Tannen se erige como un magnate que controla los medios digitales mediante desinformación generada por IA.
En este conflicto central, Marty debe descubrir que un cambio realizado en los años 80 resultó en su familia habitando una cápsula fiscal sin derechos digitales en 2055. Para evitar un colapso multitemporal que amenazaría la democracia algorítmica, debe revertir este impacto.
Asimismo, en 2025, Marty utiliza inteligencia artificial para 'spoilear' resultados de la lotería, similar a lo que se presentó en la segunda película, mientras que en 1985, su apariencia lo lleva a ser confundido con un 'hechicero de pantallas' por sus dispositivos tecnológicos.
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