Durante el partido entre River Plate y Monterrey en el Mundial de Clubes, un acontecimiento desafortunado tuvo lugar en las tribunas. Un hincha de Boca Juniors, que se encontraba en el estadio de River, tuvo que ser evacuado por la seguridad ante la hostilidad de los aficionados locales.

El individuo, a pesar de estar rodeado por el público de la hinchada "Millonaria", llevaba puesta la camiseta de Boca y, aunque intentó disimular su presencia al quitarse la prenda, fue sacado del recinto sin poder evitar las agresiones verbales que recibió.

Los seguidores de River consideraron su presencia como un acto provocador, lo que desató una serie de insultos y otras formas de maltrato. El perjudicado fue escoltado por personal de seguridad mientras la multitud, visiblemente alterada, continuaba arrojándole agravios.

Este tipo de situaciones generan preocupación sobre la seguridad en los eventos deportivos, especialmente en encuentros que involucran a clubes rivales. La pasión por el fútbol en Argentina puede desencadenar situaciones de riesgo si no se gestionan adecuadamente.