El escándalo argentino-turco conocido como "Wandagate" suma un nuevo episodio, esta vez protagonizado por Maxi López, quien solicitó a la Justicia que impida a Mauro Icardi tener contacto con sus hijos, Valentino, Constantino y Benedicto López.

A pesar de que el futbolista del Galatasaray participó en gran parte de la crianza de los adolescentes, recientes situaciones conflictivas habrían generado incomodidad en el deportista. Un hecho relevante fue una fotografía en la que Icardi compartía tiempo con los cinco hijos de Wanda Nara.

Por esta razón, el representante de López, Facundo Melo, acudió a los tribunales de San Isidro para obtener una orden que restrinja a Icardi de acercarse a los menores.

Esta disputa cuenta con una denuncia anterior que se remonta a un mes atrás, donde se alegaron supuestos actos de maltrato y castigo hacia los menores. Nara declaró que: "Cuando yo no estaba, las más pequeñas -Francesca e Isabella- decían que su hermano era el blanco de Mauro".

“Las niñas afirmaron que Icardi acosaba al niño y que siempre lo trataba de forma despectiva”, refleja la declaración de la mediática, quien también indicó que el futbolista había insultado al menor llamándolo “puto”.

Sin embargo, uno de los relatos más inquietantes expuestos implicaba que el jugador habría forzado a uno de los niños a comer; mientras los demás se retiraron a descansar, Icardi habría mantenido al menor frente a la mesa hasta las siete de la mañana. Además, se mencionó que si el niño intentaba dormir, Icardi “golpeaba la mesa para despertarlo”.