Un espectáculo mágico

Pasadas las 21:15, Norah Jones se presentó en el colmado escenario del Movistar Arena, ante un público entusiasta que anhelaba escuchar su cautivadora voz, cualidades que la han convertido en una de las artistas más apreciadas del jazz. Con un sencillo vestuario de fondo rosa y su cabello suelto, la intérprete se sentó frente a su piano y comenzó a deslumbrar con su talento.

Tras abrir con "What Am I To You?", agradeció a sus seguidores: "Gracias por venir. Voy a cantar algunos temas de mi nuevo álbum". Este fue solo el inicio de una velada inolvidable, donde la artista no estuvo sola, sino acompañada por su talentosa banda de cuatro músicos.

Canciones que tocaron el corazón

El repertorio incluyó éxitos como "Sunrise" y "I Just Wanna Dance", mientras la cantante interactuaba con el público, creando una conexión íntima y especial. El ambiente era de calma y disfrute, un espacio donde la música se convertía en la protagonista indiscutible de la noche, y los asistentes, atentos y emocionados, disfrutaban del show desde sus butacas.

Norah, hija del reconocido Ravi Shankar, se destacó por su habilidad como pianista y compositora, además de contar con una voz verdaderamente incomparable, cualidades que hicieron que el público la aclamara fervorosamente. La artista deleitó con los últimos temas de su repertorio, dejando a todos con ganas de más.

Un cierre apoteósico

Al ver las linternas de los celulares del público iluminando el recinto a modo de homenaje, la cantante expresó: "Me hacen llorar de alegría". Los espectadores se despidieron profundamente emocionados tras escuchar "Turn Me On", "Long Way Home" y "Don't Know Why". Este épico cierre ofreció la garantía de que cada persona que estuvo presente, se llevó consigo un pedacito de la magia de Norah Jones.