El delantero Maximiliano Salas se encontraba a un paso de convertirse en el nuevo refuerzo de River, tras la ejecución de la cláusula de rescisión de su contrato con Racing, fijada en 8 millones de euros, lo que le permitiría quedar en libertad y unirse al equipo dirigido por Marcelo Gallardo.

Salas había acordado de manera verbal con la “Academia” extender su vínculo hasta 2028, pero recibió un nuevo llamado del entrenador del “Millonario”, lo que inclinó la balanza a favor de su nuevo destino.

Pese al interés que River había manifestado semanas atrás, en medio de su participación en el Mundial de Clubes que resultó sin éxito, las negociaciones se habían enfriado. Sin embargo, tras la finalización de ese compromiso, la dirigencia de Núñez aceleró las gestiones para cerrar el traspaso del delantero, quien se encontraba en la lista de prioridades del técnico para reforzar la ofensiva durante la segunda mitad del año, con miras a la Copa Libertadores.

Esta situación generó polémica, ya que no es común que en el fútbol argentino se ejecuten cláusulas de salida entre clubes del mismo país, ya que esta acción suele interpretarse como una práctica desleal.

A pesar de esto, en Núñez se tomó la decisión de continuar adelante y se prevé que en breve se realice la revisión médica del jugador, quien se sumaría a la dirección técnica de Gallardo, a más tardar el día jueves.

Desde Racing no se manifestaron oficialmente, aunque se especula con un notable enfado. Se comenta que el presidente del club Diego Milito habría estado informado sobre las charlas entre Gallardo y Salas.

Los hinchas también expresaron su malestar en un amistoso contra Olimpia, celebrado en Paraguay, donde abuchearon a Salas tanto al anunciar su nombre como al ingresar en el segundo tiempo.