Las ex enfermeras del Sanatorio de Niños Yanina Andrea Bessolo y Analía Bouhier fueron imputadas por los delitos de abandono de persona y ejercicio ilegal de la medicina, y permanecerán con prisión preventiva por los próximos 60 días. La investigación de la fiscal Viviana O’Connell inició a partir de la denuncia de dos compañeras de las mujeres, quienes afirmaron que sedaban a los menores “para dormir y ver Netflix”.

La Fiscalía les atribuyó haber puesto en peligro la vida de dos menores que tuvieron bajo su guardia, suministrándoles benzodiacepinas -en uno de los casos que no tenía indicada por profesional médico- a fin de lograr su sedación y así evitar que demande atención, lo que podría haber provocado diversos efectos adversos, incluso el fallecimiento. Ello quedó acreditado tras el análisis de muestras de orina obtenidas en los allanamientos realizados el 30 de marzo de 2023, quince días después de la denuncia de sus compañeras.

También a Analía Bouhier se le imputó haber puesto en peligro la salud y la vida de una menor que se encontraba en el 5to sector del área de neonatología del Sanatorio de Niños al zamarrearla, lo que provocó que su cabeza efectuara un latigazo hacia atrás.

Un grupo de WhatsApp llamado “Las Indignadas” fue clave para dar inicio a una estremecedora denuncia contra dos ex enfermeras de la neonatología del Sanatorio de Niños de Rosario. En él, una serie de compañeras, entre otras cosas, daban cuenta de los actos que habrían cometido Yanina Andrea Bessolo y Analía Bouhier contra los niños porque “molestaban”.

Las dudas comenzaron para “Las Indignadas” cuando empezaron a notar que bebés que en otros turnos lloraban, con las acusadas dormían profundamente. A esas situaciones se le sumaban que algunos que se encontraban en buen estado de salud, con Bessolo y Bouhier tenían episodios y debían ser “bolseados” para que volvieran a respirar. “Con ella no lloraban, era llamativo”, contó en sede judicial una testigo de los hechos. Y añadió que en una oportunidad “pude ver que saco del bolsillo del ambo un gotero y el niño paró el llanto”.