Keanu Reeves y Sandra Bullock  se reunieron para celebrar los 30 años de  "Máxima Velocidad" y, por supuesto, el recuerdo del gran éxito de la película hizo que manifestaran al unísono el deseo de hacer una nueva versión.

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En "Máxima velocidad" Keanu Reeves interpretó a un agente de policía de Los Ángeles encargado de desactivar una bomba en un  colectivo  lleno de pasajeros, preparada para explotar si la velocidad del vehículo desciende por debajo de 80 kilómetros por hora. Bullock dio vida a Annie, una pasajera que se hace cargo del transporte cuando su conductor resulta herido.

Estrenada en 1994, la película recaudó 110 millones de dólares  por lo que los productores  se apresuraron a filmar la parte 2 tres años después. Pero Reeves no quiso ser de la partida porque después de echarle un vistazo al guión concluyó que la historia  de la secuela era idéntica a la de la primera y que la única novedad  era  que no transcurría en un colectivo sino en un yate.

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Encantadora como se presenta en todas las entrevistas, Sandra Bullock dijo que no se quiere morir sin volver a trabajar con Keanu y que sería magnífico intentar  una nueva película juntos.

El actor correspondió al halago con otro parecido.  “Se siente como si fuera... hay un canto de sirena en ello”, dijo. “Creo que me encantaría volver a trabajar contigo antes de que se nos cierren los ojos. Lo haríamos genial” aseguró.

"Máxima Velocidad II", el film donde él no estuvo, fue un fracaso  y por eso  sería un desafío  intentar una tercera  película tratando de emular el suceso de la primera.