La Fundación CRICYT plantó 400 ejemplares de flora nativa en el Cerro Arco, en la provincia de Mendoza, con la intención de reforestar una zona que fue arrasada por los sucesivos incendios forestales. Este proceso de reforestación ha sido posible gracias al trabajo voluntario.

Sebastián Melchor, ingeniero en recursos naturales y miembro de la fundación, explicó que previo al proceso de plantación se realizó un análisis del impacto del fuego que permitió identificar la vegetación que empieza a crecer luego del incendio y constatar una pérdida importante de biodiversidad.

"Lo que estamos haciendo con esta restauración activa es fortalecer esa biodiversidad, volver a poder posibilitarle al ambiente que se recupere de una manera más rápida, más consistente y tratar de ayudarla a que recuperemos la vegetación que conocíamos y que teníamos", dijo a Cadena 3.

Entre las especies plantadas se encuentra la jarilla, una especie nativa que fue seriamente afectada. Con esta iniciativa se busca revitalizar una flora esencial para el ecosistema local.

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Informe de Laura Carbonari.